Cuando se presenta la oportunidad de ir de vacaciones, pocos la desaprovechamos. La mayoría de las veces, nos alegramos de nuestras vacaciones. Sin embargo, es mejor tener buen tiempo y poder ir donde uno quiera y disfrutar todo lo que quiera, que quedarse encerrado en casa por culpa del mal tiempo.
Así que, en mis días libres, suelo irme fuera. Y me gusta ir al mar. Antes no podía viajar muy lejos y, a pesar del calentamiento global, aquí nunca ha habido ni habrá un océano. Sin embargo, un pequeño número de nuestra gente se queda en su tierra natal y se dedica a las industrias artesanales. Se trata de un hábito firmemente arraigado en nosotros desde el pasado, y un cambio de gobierno y más oportunidades para viajar no lo moverán.
Haz lo que quieras en tus días libres en la medida de lo posible. Y sólo evitar el trabajo. A veces con la familia, a veces con los amigos y a veces solo para disfrutar de las vacaciones. A veces eres activo, a veces eres completamente pasivo, a veces haces esto, a veces haces aquello. Según me convenga.Y para mucha gente, las vacaciones son muy habituales. A menudo intentamos conseguir lo mejor por la menor cantidad de dinero.
Y a veces compramos el viaje antes, a veces en el último minuto, con billetes de avión que se compran con antelación, cuando son más asequibles, y en el último minuto, cuando las opciones son limitadas pero escandalosas Hay compras de última hora, que son más asequibles, y compras de última hora, que tienen opciones limitadas pero pueden ser ridículamente caras. También vuelan a aeropuertos más baratos, aun a costa de que sea más difícil llegar desde ese aeropuerto a su destino, o apuestan por aerolíneas más dudosas sólo cuando merece la pena. Y, por supuesto, muchos se van ahora después de las vacaciones de verano. Prolongan las vacaciones de sus hijos para ahorrar dinero en expediciones después de la temporada. En el pasado esto habría sido impensable. Pero ahora está ocurriendo. Para algunos, las vacaciones baratas son más que una obligación.
.