No hay nada mejor que el olor a café recién hecho en tu nariz por la mañana. Con una cafetera, ¡es un sueño hecho realidad! Antes era casi imposible. Sólo se podía disfrutar de un buen café en cafeterías o pastelerías. Afortunadamente, esos días han pasado y ahora podemos disfrutar de un buen café en la comodidad de nuestros hogares.
Sólo queda elegir, pero aquí ya surge un pequeño problema. El espacio dedicado en la cocina es importante, pero también el tamaño, porque hay muchos para elegir, desde pequeños y discretos hasta grandes y discretos. La pregunta más importante a la hora de comprar sería si quieres que tu cafetera sea de las denominadas autónomas, es decir, automática o semiautomática, o si con lo sencillo es suficiente y basta con un poco de ayuda manual.
La siguiente pregunta es cápsula o grano. Hay que tener en cuenta que las máquinas de granos son algo más grandes que las de cápsulas y requieren más mantenimiento. Puede no parecerlo, pero comprar esta máquina es tan complicado como comprar un coche.
¡También hay que tener en cuenta el mantenimiento! Algunas máquinas son más difíciles de limpiar que otras, lo cual es otro factor a tener en cuenta a la hora de comprar. Las máquinas con menos trabajo son las que no tienen recipiente para la leche, pero esto no te permite disfrutar de tu capuchino. El recipiente para la leche, o batidor de leche, se vende por separado y no tiene por qué formar parte de la máquina.
El precio también es importante, por supuesto, cuanto más elegante sea la máquina, más cara será. El precio también depende de la marca y el diseño, y este último influye mucho en el precio.
Personalmente, recomiendo una cafetera que admita tanto cápsulas como granos.
Afortunadamente, todas las cafeterías especializadas cuentan con personal formado disponible para la degustación y promoción del café. Una mañana sin café no es una mañana.