Viajar no es raro. Quizá todo el mundo viaje. Al menos a veces. Y para viajar hacen falta posibilidades y motivos. Porque sin posibilidades, nadie llega a ninguna parte. Porque si no, nadie se vería obligado a viajar.
Y es porque hay tantas posibilidades y quizá tantas razones que viajar es normal para la gente. No voy a dilucidar aquí qué nos impulsa a viajar. Entonces, ¿adónde debemos ir? En realidad, apenas importa. Ya sea cerca o lejos, incluso si decimos exótico, normalmente podemos llegar hasta allí. Podemos volar, podemos nadar. Pero tenemos que elegir bien. Algunos lugares son buenos, otros no lo son para nuestra gente. Si empezamos por la letra A del alfabeto, los checos pueden estar bien en Estados Unidos, pero Afganistán no es para ellos.
Viajar es elegir adónde quieres o necesitas ir. Y, desde luego, nadie debería ir allí sin prepararse. Al fin y al cabo, la fortuna favorece a los que están preparados. Los que saben lo que les espera allí siempre tendrán ventaja.A veces se necesita un pasaporte para viajar, a veces se necesita un documento de identidad. Y sin duda necesitamos tener esos documentos en regla. De lo contrario, no llegaremos a ninguna parte y, si llegamos, nos oleremos posibles problemas.
Luego necesitamos dinero. La mayoría de las veces, nuestras coronas apenas se pueden cambiar por efectivo en el extranjero y no nos pagan en coronas checas. Así que las cambiamos a una moneda que podamos utilizar, como dólares o euros. O utilizamos tarjetas de crédito. Pero sólo donde las aceptan. Y eso no ocurre en todas partes.Luego hay veces que hay que vacunarse o hacerse pruebas. O hay que conseguir un visado. Como mínimo, hay que rellenar un formulario de llegada por internet. Tienes que saber qué puedes llevar y qué puedes sacar de tu destino y cómo debes comportarte allí. Sólo entonces es seguro viajar.