Si antes las madres tenían que fiarse sobre todo de su instinto para cuidar a sus bebés, hoy todo es más fácil de organizar. Con la ayuda de varios aparatos electrónicos, cuidar de un bebé es más seguro y sencillo.
Sacaleches eléctrico
Un sacaleches es útil en muchos sentidos. En primer lugar, permite a la mujer tomar precauciones en caso de que tenga que salir de casa durante un largo periodo de tiempo, dejando a su bebé al cuidado de su marido, abuelas u otras personas cercanas. Sin embargo, el sacaleches también se utiliza mucho para los problemas de lactancia, ya se trate de un exceso de leche o de un problema con la lactancia. Mientras que la extracción de leche solía ser realmente exigente, hoy en día una mujer puede sentarse tranquilamente con un sacaleches eléctrico haciendo el trabajo por ella, y puede leer, por ejemplo, o incluso limpiar mientras lo hace.
Vigilabebés
Otro gran invento son los vigilabebés, que funcionan de forma similar a los walkie-talkies. Dejas uno junto a la cuna y tienes el otro contigo cuando necesitas ir al jardín o a otro piso, por ejemplo. Los vigilabebés más inteligentes tienen una cámara para que puedas vigilar a tu bebé con total seguridad y te enteres en cuanto se despierte. Con sólo pulsar un botón, podrás hablar con tu bebé y tranquilizarlo hasta que acudas a él. El vigilabebés es, sin duda, uno de los mejores y más utilizados aparatos de puericultura.
Monitor de respiración
Una de las cosas de las que muchas madres no se cansan y que es casi imprescindible tener es el monitor de respiración. Este estupendo artilugio controla al bebé mientras duerme y, en caso de que deje de respirar por cualquier motivo, te avisará rápidamente con un fuerte pitido. Aunque a veces se activa solo, por ejemplo cuando el bebé se da la vuelta, es un aparato estupendo. Los monitores de respiración han salvado muchas vidas, así que es una muy buena inversión. Puedes comprarlos en una tienda de electricidad, de segunda mano, o alquilarlos por un precio en la maternidad. Sin embargo, es más rentable comprar tu propio monitor. No sólo porque el coste del préstamo es similar al de la compra, sino también porque luego puedes venderlo y recuperar gran parte de tu dinero.
